jueves, 30 de diciembre de 2010

Washington Benavides (Uruguay,1930)



Anda un amigo

Anda un amigo en medio de la noche.
han cerrado los bares.Las persianas
de acero bajaron con estrépito.Los gatos
deslizan apetitos. Anda la luna
por ahí,velada.Pasan coches y luces;
sobreviene, después, un silencio
que mueve la plantita en la cornisa;
silencio que hace un chambelán
de un grillo - del canto de ese grillo-.
Anda un amigo en medio de la noche..
No lo conozco.Y él no me conoce.
Andamos cerca o lejos,nos cruzamos
-acaso-en una calle.Compartimos
un ómnibus,un cine,un banco de una plaza.
Anda un amigo y ando yo que soy amigo
de ese hombre.En órbitas distintas
-nunca ajenas-.Pero vamos a hallarnos.

En medio de la noche o con la aurora
de rosados dedos,vamos a hallarnos.
Y tenemos que estar preparados a ese encuentro.
Por ahora,susurra el viento oscuro,
graznan letreros viejos y el grillo mete lima.
Ya no pasan los coches.Pasan restos de diarios
y un cartel liberado zapateando en el polvo.
Estoy seguro.Nos encontraremos.




No es un tigre de papel


El tiempo está en nosotros.
Al acecho.
(Y el tiempo no es un tigre de papel)
hasta que salta de un rostro conocido
y como quien revela una fotografía
lo vamos descubriendo (sin espejo).

El tiempo está en nosotros.

Que nadie pierda tiempo cerrándole las puertas.
Que nadie crea alejarlo porque no se lo nombre
(ni metiéndote bajo de la cama
ni perdiendo la fe).
Queda otra instancia aún.
Cuando descubres que ralea el ejército
de los conocidos.
                  Y alguien dice
"Ha muerto Helena"
                    -y eres tú que has muerto-
"Ayer murió Ramón"
                       -y con él mueres-

El mundo (tu mundo) se despuebla
y el compañero de la infancia
te contempla con lástima y con miedo
porque el también lo ha descubierto todo:
la muerte está en nosotros.


según la versión que consta en Antología plural de la poesía uruguaya del siglo XX - Estudio preliminar,selección y notas:Washington Benavides,Rafael Courtoisie y Sylvia Lago - Editorial Seix Barral.Montevideo,1996.

lunes, 27 de diciembre de 2010

EDUARDO CURBELO (URUGUAY,1962)



páginas de un ritual


buscando en el camino
aquellos abrazos como el salario de dios
aquellos dioses en el calor de su mano
aquellos sueños
trepados al cuello del mundo
bajando hacia el dedo de su origen
aquellos cuerpos indagando al azar
dentro de un trasto de monedas
bajando hacia el suelo recién barrido
hacia el tiempo donde perpetuamos
aquellos ojos
ciegos de amor hasta la raíz
los puntos cardinales de la muerte
los rostros malheridos
cualquier fotografía de su espalda
en el continente de una sábana arrugada
la batalla demacrada del olvido
la explosión irremediable del encuentro


reposo del guerrero



dejamos a un costado los monstruos recientes
las ruinas respirando
en el último cajón
un collage
de proyectiles con mi nombre
adormece la derrota
golpea la batalla perdida
contra el papel de un arroyo
un hombre nada
y el agua lo copia


imagen frente a un espejo


el que amó y perdió
amó dos veces
la capa de su cara que perpetúa la agonía


de diario íntimo de un comensal,Ediciones La Gotera,Montevideo,2001




lunes, 22 de noviembre de 2010

HUMBERTO DÍAZ CASANUEVA (CHILE, 1906 - 1992)

RÉQUIEM (fragmentos)

I

Como un centinela helado pregunto: ¿quién se esconde en el tiempo y me mira?
Algo pasa temblando, algo estremece el follaje de la noche, el sueño errante afina mis sentidos, el oído mortal escucha el quejido del perro de los campos.
Mirad al que empuja al árbol sahumado y se fatiga y derrama blancos cabellos: parece un vivo.
Pero no responde nadie sino mi corazón que tiran reciamente con una larga soga.
Nadie sino el musgo que sigue creciendo y cubre las puertas.
Tal vez las almas desprendidas anden en busca de moradas nuevas.
Pero no hay nadie visible, sino la noche que a menudo entra en el hombre y echa los sellos.
¡Oh presentimientos como de animal que apuntan! Terrible punzada que me hace ver.
Como en el ciego, lo que está adentro alumbra lo distante, lo cercano y lo distante júntanse coléricos.
Allá muy lejos, en el país de la montaña devoradora, veo unas lloronas de cabelleras trenzadas
que escriben en las altas torres: me son familiares y amorosas, y parece que dijeran
................... "unamos la sangre aciaga".
¿Hacia dónde caen los ramilletes?, ¿por qué componen los atavíos de los difuntos?
¿Quién enturbia las campanas como si aguien durmiera demasiado?
Aquí me hallo tan solo, las manos terriblemente juntas, como culebras asidas y todo se agranda en torno mío.
¿Acaso he de huir?, ¿tomar la lancha que avanza como el sueño sobre las negras aguas? No es tiempo de huir, sino de leer los signos.
¡Cómo ronda el corpulento que unta la espalda! Las órdenes horribles sale a cumplir.
De pronto escucho un grito en la noche sagrada, de mi casa lejana, como removidos sus cimientos,
viene una luz cegada, una cierva herida se arrastra cojeando, sus pechos brillan como lunas, su leche llena el mundo lentamente.
II

¡Ay, ya sé por qué me brotan lágrimas!, por qué el perro no calla y araña los troncos de la tierra, por qué el enjambre de abejas me encierra
y todo zumba como un despeñadero
y mi ser desolado tiembla como un gajo.
Ahora claramente veo a la que duerme. Ay, tan pálida, su cara como una nube desgarrada. Ay, madre, allí tendida, es tu mano que están tatuando, son tus besos que están devorando.
¡Ay, madre! ¿es cierto, entonces?, ¿te has dormido tan profundamente que has despertado, más allá de la noche, en la fuente invisible y hambrienta?
¡Hiéreme, oh viento del cielo!, con ayunos, con azotes, con puntas de árbol negro.
Hiéreme, memoria de los años perdidos, trechos de légamo, yugo de los dioses.
A las columnas del día que nace se enrosca el rosario repasado por muchas manos,
y el monarca en la otra orilla restaña la sangre,
y todas las cosas quedan como desabrigadas en el frío mortal.
¿Acaso no ven al niño que sale de mí llorando, un niño a la carrera con su capa de llamas?
Yo soy, pues, yo mismo, jamás del todo crecido y tantos años confinado en esta tierra y contrito todo el tiempo, sujeto por los cabellos sobre el abismo como cualquier hijo de otros hijos,
pero únicamente hijo de ti. ¡Oh, dormida, cuya túnica, como alzada por la desgracia llega al cielo y flota y se pliega sobre mi pobre cabeza!
VIII

¡Oh madre infinita, tierra inmensa, vida conforme a los pactos!
Si tú mueres, muero y en ti me extravío como el buque en la tempestad, y el que tira tus cenizas contra la peña, a mí mismo me está estrellando.
Pero si mueres quedas también viviendo a través de mí como el fruto que una y mil veces sube al monte y no teme escarcha.
y desapareces consumida y tornas a aparecer rescatada y en tus vaivenes de súbito veo que pasas por los ojos de mi hija
como una cinta fulgurante
y le templas sus facciones y le soplas el naciente espejo.
¡Oh doncella que desciendes montada en un águila, con una granada en la mano y que eternamente madura
y con hilos de oro que enredas para la fiesta!
La vida y la muerte osas mezclar y tan extraña afinidad alabo entre visiones.
¡Oh, madre mía, te yergues tan segura en el caos terrible y anhelas sosegarme!
¡Oh, esposa maternal, oh hoja mía, como lenguas de la misma antorcha,
como tibios eslabones en la sucesión del tiempo
y libradas de la misma rueda oscura que mueven las edades,
todas, y una sola a la vez, confundidas en la espiral,
ahí en el profundo sueño mortal, transfiguran mi alma.
Os digo: ¡conjurad la sierpe que viene a beber al seno,
la madre salvará a los chiquillos del rebaño lanzado a la carrera!
Pues todo hombre, entre o salga del mundo, hundido en una cuna de muchas aguas,
resbala y chispas deja el flujo de su sangre y resbala de nuevo
y las Madres le pasan la mano llena de ojos.
XII

Estás aquí delante de mí, apiádate, entonces, no necesitas gritarme para que te oiga. He de aprender a invocarte, a interpretar tus ecos.
(Si no pude decir adiós es porque el adiós no existe entre nosotros.)
Te acercas un poco indecisa como una candela en la mano de otro que te aproximara a la ventana y luego la retirara,
porque debes alumbrar con más espacio sideral en las bóvedas sin fin y bendita perpetuamente.
¿Pero tal vez necesitas que te ayude? El ronco susurro de las preces, ¿no enreda tus pasos?
Tal vez desearías que te pasara el rebozo: estabas tan débil, tan fatigada de sentirte ir llamada por los ajenos.
¡Si hubiera una iglesia profunda para encerrarme y pedir algo por ti, si hubiera una iglesia en el mundo!
¿A quién pedir? ¿A quién decirle?: "no la apuren, ha sufrido tanto y luego no puede vivir dentro de la muerte sin mirarnos".
He de buscar un monte, una ribera, una piedra de ermita salvaje en que yo pueda estar solo, de pie en el éxtasis de la noche inmensa,
solo frente a los alambrados acechando a los guardianes en sus rondas,
lamido por silenciosos animales, rondado por los sueños de los niños
y vea pasar claramente el carro entre las estrellas, la palma que te conduce ancha como el firmamento.
Y llorar, nada más que llorar, ver que te pierdes en el mar como una llamarada entre los témpanos,
y sentir que permaneces, sin embargo,
permaneces como una respiración contenida de la tierra, llorar y esperar que pasen los años
y de la cara en llanto salga un destello
y un día venga mi hija corriendo entre la yerba y me muestre la granada vertiginosa, la paloma encendida, el sueño arcano
¡que renace del fondo de la tierra!




de Réquiem (1945), incluido en Antología de la poesía hispanomericana contemporánea 194-1970 (Alianza Editorial, Madrid, 1971, selec. de José Olivio Jiménez).

domingo, 21 de noviembre de 2010

ROBERTO BOLAÑO (CHILE, 1953 - 2003)




MI CARRERA LITERARIA


Rechazos de Anagrama,Grijalbo,Planeta,con toda seguridad
también de Alfaguara,Mondadori.Un no de Muchnik,
Seix Barral,Destino...Todas las editoriales...Todos los
lectores...
Todos los gerentes de ventas...
Bajo el puente,mientras llueve,una oportunidad de oro
para verme a mí mismo:
como una culebra en el Polo Norte,pero escribiendo.
Escribiendo poesía en el país de los imbéciles.
Escribiendo con mi hijo en rodillas.
Escribiendo hasta que cae la noche
con un estruendo de los mil demonios.
 Los demonios que han de llevarme al infierno,
pero escribiendo.

Octubre de 1990





VICTORIA AVALOS Y YO


En casi todo unidos pero más que todo
en el dolor en el silencio de las vidas
perdidas que el dolor suplanta con eficacia
en las mareas que fluyen hacia nuestros
corazones fieles hacia nuestros ojos infieles
hacia los fastos que prendemos y que nadie
entiende así como nosotros no entendemos
las carnicerías que nos rodean tenaces
en la división y multiplicación del dolor
como si las ciudades en que vivimos fueran
una sal de hospital interminable





BIBLIOTECA DE POE


En el fondo de un extraño corral,
Libros o pedazos de carne.
Nervios enganchados de un esqueleto
O papel impreso.
Un florero o la puerta
De las pesadillas.





de La universidad desconocida - Selección ,Anagrama-Página 12,Buenos Aires,2010





martes, 2 de noviembre de 2010

JAIME de la GRACIA (COLOMBIA,1957)




El poeta
siembra palabras
             las piedras
             y las palabras
             son más lentas
             que la yuca
             el ñame
             y la arracaha
     para echar raíces
son lentas las piedras
y las palabras
pero crecen


Berlín nach Hamburg en tren


Ayer pasé en tren por tu casa,
vi un paisaje chamuscado de nieve
estoy a cinco minutos de Spandau,
los hombres de chalecos rojos
remiendan la barrera contra el ruido,
faltan cinco minutos para las
cinco de la tarde,en el bosque seco
brilla una noche de plata,pegada
como chicle a los árboles - Guten tag,
la mujer me mira con ojos de agua,
controla mi pasaje y me deja su risa
caliente,sería bueno pasar una noche
con esa mujer en la cama- Danke sea!!!
En estas tierras el lobo y el caballero,
amedrentaron al hombre,
la nieve dibuja en blanco de hueso
sus huellas impalpables en el agua,
en la tierra,pastan piojos y vacas
-Señoras y señores,en cinco minutos
estamos en Hamburg,-Hagan sus conexiones.

************************************

Poesía
         todo eso
        que puede
           caber 
             en 
             un 
saco 
             r
             o
             t
             o



de La eternidad de un día, Flor y Piedra Editorial, Berlín,1999




miércoles, 27 de octubre de 2010

DANTE MAFFIA (ITALIA,1946)



Por eso


Cuando el tiempo era hierba
cuando el hechizo se escondía
en la intimidad de las rosas
en los senos del mar.
Quería volver atrás,
volver al tiempo negro de la nada.
Pero cuando caes
y se toma carne el aire
las plegarias no tienen fuerza.
Por eso,ves,por eso
me dieron la palabra.



Se dan la mano


Libros leídos porque me fueron dados,
algunos porque yo los encontré
Nombres grabados con sobriedad
para desafiar a lo eterno,ese rufián
que ni siquiera él sabe
qué diablos promete y lo que no promete.
El tonto viejo que nunca nadie vio.
Uno junto al otro casualmente
el amarillo y el rojo se dan la mano,
el blanco el negro el azul.
Cuántas historias y cuántas
vocales,consonantes
signos vacíos que ruedan
dentro de un eco irritante
gastado y nacido con la palabra.



Quedar afuera


Uno llega a viejo y no
porque pasen los años;
los cuentos,esas condenadas sombras
que día tras día exceden a la mente.
No cuento artefactos
condimentados con la sal y pimienta
de bellas palabras,sino densas humaredas
del alma,pactos con el diablo.
Y los que quedan fuera somos
siempre nosotros,cuando muere el día :
fantasmas abofeteados,monstruos vivientes
de cartón,formas
que recuperan o pierden peso.



de Un siglo de poesía italina (1891 a 1997) Ensayo y antología bilingüe de Antonio Aliberti ,Ediciones Ocruxaves,Buenos Aires,1997

domingo, 24 de octubre de 2010

JOSUÉ VEGA LÓPEZ ( MÉXICO,1976)



Mudanza

algunos se despiden
con tristes adioses de melodrama
o queman la casa antes de salir

yo prefiero la sangre

el olor feroz
de las ratas royendo los recuerdos




Ésta es tu casa

óyete nombrar de memoria
todas esas calles
los besos que dejaste escapar

mírate recoger en pedazos
tus mínimas pertenencias
bajo las ruedas     en la basura

obsérvate buscando algún cuerpo
en las ciudades
que te enseñaron
a levar anclas por la noche

a decirte una y mil veces
sin creértelo nunca
con los pulmones a flor de piel
:
¡ésta es tu casa
a estos parajes perteneces!


de Cuerpo en añicos, Fondo Editorial Tierra Adentro, México D.F, 2000

SERGIO VICARIO (MÉXICO,1964)




Los amorosos callan

Jaime Sabines,in memoriam


Los días inútiles
son costras en el alma - decías.
Hay otros,Jaime
donde uno habita en las heridas,
desangrándose de tristeza.
Y tal pareciera que el mundo lo sabe
pero no,nadie dice nada,
cuando un poeta muere
porque es su voz la que falta,
cuando el color gris sería entonces alegre.

Alguien deja de escribir,
el silencio se escucha,
y el dador de los secretos,
el bueno de Dios,se complace.

de Barítono de luz,Fondo Editorial Tierra Firme,México D.F,2000

jueves, 14 de octubre de 2010

CÉSAR SECO (VENEZUELA,1959)



LA PUERTA


Ahora entro.
Andaba el cielo,
se movía sol,se movía nube,se movía luna
y encontraba estrellas.

No corría el agua
El mundo estaba quieto allá.


Y no había recuerdo y escuché mi nombre.


Escuché y el agua.
y comenzó a caer de donde no la veía.


Había un árbol
y con él mis hermanos venían,
venían en la brisa.


Caminé hacia la puerta


y por ella entraron
el árbol, la casa, las voces,


y era allá, y era aquí.


Y entró también el cielo.


Y por la puerta fui de uno a otro lado.


Y abrí.Y cerré.


Y la casa y las voces se quedaron allí adentro,

se quedaron

y sólo salió el árbol,

todo claro,todo oscuro.


(16,Nov.1993)

*******************************************


El lunático suele sentarse en una silla rota.

El lunático lleva un cuaderno
donde dibuja a un hombrecito
acosado por la duda.

Lo dibuja y muestra a otros lunáticos,
y estos sonríen,sonríen
y luego se van poniendo serios,
feamente serios,
como si fueran a llorar.

El lunático guarda entonces su cuaderno.

El lunático se levanta
y se va tocado por la mueca.

********************************************


Estaré contento si un día de estos llueve.

tal como soy
me sirvo
una ración de estrellas.

Todo es lento Señor
bajo este tu cielo nuestro.

La creciente llama el plenilunio.

A esta hora llega la bestia con su espuma.

Estoy orando a ver si se detiene.
Estoy tranquilo.


de Árbol sorprendido,Ediciones Libros Blancos,Caracas,1995

lunes, 11 de octubre de 2010

PORFIRIO BARBA JACOB ( COLOMBIA , 1883 - 1942 )



LA HORA SUPREMA


I

El hombre ruin, que a riegos de su frente
mojó los surcos de heredad extraña;
que ante el festín espléndido gemía,
por siempre insatisfecho de migajas,
ceñido ya de rutilantes joyas
ante el tumulto pasa
y su imprevista claridad deslumbra
los ojos tristes y las mentes bárbaras.

Yo de mis oros íntimos seguro,
fuerte en mi amor,feraz en mi alegría,
pienso,temblando en mi cubil oscuro :

-Mi hora no ha llegado todavía...


II


Aquel amigo de la azul infancia,
que parecía triste hasta la muerte,
al son suave de sensuales músicas
hoy de las fiestas de sus nupcias vuelve.
Da el azahar su cálidos olores...

Las brisas cantan el ensueño ardiente...
Amor en corazones y pupilas
férvidas llamas de ternura enciende...

Pero a futuras bodas convidado
cuyos fulgores no obscurece el día,
yo digo en mi rincón abandonado :

-Mi hora no ha llegado todavía...


III


Tintas aún en la inocente sangre
las manos,y el laurel sobre los rizos,
a la ciudad que en júbilos desborda
entra el guerrero invicto.
Como en lumbres frenéticas, el aire
treme con la locura de los ritmos,
mientras - heraldo del honor - un águila
da sombra al Genio entre marciales himnos.

Yo,la incruenta victoria conquistada
en mí mismo,radiante de osadía,
grito desde la sombra de mi nada:

-Mi hora no ha llegado todavía...


IV


Y ha de venir,sin que mis oros valgan,
mi amor esplenda ni mi gloria brille,
pálido espectro que pondrá en mi carne
sudor de angustia y mortecinos tintes.

Tendré,por gaje del dolor heroico,
sus hieles en mi boca que hoy sonríe,
y un lino de la tierra por sudario
de mi ambición impetuosa y libre...

Más al rodar al tenebroso abismo
aún calmaré con mi última energía,
firme en mi ley,seguro de mí mismo:

-¡MI HORA NO HA LLEGADO TODAVÍA!-



de Canción de la vida profunda, Editorial Oveja Negra, Bogotá, 1986





sábado, 9 de octubre de 2010

ARTURO BORRA (ARGENTINA,1972)

 
 
 
Poema del hambre

No parece que quepa, hoy en día, otra poesía más que la que diga el hambre.
Chantal Maillard


 
Preguntás cómo se conjuga la palabra
«hambre» en un poema. Pero un poema
sin hambre no es. No todos saben que el hambre
es poema, que no hay
palabra que salve de la desnutrición que rompe
los cuerpos.

Es cierto que la palabra «hambre» no es
todavía cuerpo hambriento. Apenas un poema
la menciona avergüenza de delgadez
(pero quien conjuga
no puede conformarse con la plenitud
de lo inexistente).

Un poema sin hambre es palabra desdentada,
altar de sacrificios.
La palabra
«hambre» no llena el poema: lo abandona
desnutrido hasta la médula, socava
su manta, la geometría del
equilibrio.

El hambre muerde tanto silencio y
por hambre se escribe:

para ofrecer el vientre
---
Entonces escribe


“…se sienta a la mesa y escribe”
Juan Gelman
dime qué hago dice y no sabe
dime cómo miro dice y tampoco sabe
qué hace cómo mira en esta pendiente
oscura como un silencio o un llamado
desconocido

y no sabe sigue sin saber quiere hacer
algo con su no saber –y entonces escribe
cuando ya no puede decir más no sé no sé no sé:
escribe entonces como un silencio un llamado
y la pendiente oscura cae sobre sus ojos
y la pregunta es un caballo que corre sobre
regiones blancas

dime por dónde sigo dice –y no hay respuesta
que no sea fuga
-------------------y no sabe
y entonces escribe:

----

Casi todo

Más tarde supe: sobra
casi todo.

Esta escritura sobrante
sobrevive como una especie
que agoniza. No sé qué lenguaje apagado
invoca. En una grieta
me asomo hasta las últimas luces
y nada veo.

Sólo el desierto es consistente.



de Umbrales del naufragio ,Ed. Baile del Sol, 2010

ESTHER RAMÓN ( España,1970)



subterra
el humo de
las chimeneas
dibuja un óvalo
sobre la roca
el pico los pájaros
en celdas el miedo
al gas dinamitamos
precarias galerías
nos abrimos paso
al ritmo de la
polea del ascensor
de los que descienden
maneja la precisión de
las herramientas
un obstáculo
tangentes
ahora
la sirena
derrumbe
sobre los muslos
cuarzos robados
viejos maderos
de estratégicos
clavos para
los tobillos
material de
deshecho y
arenisca en los
orificios nasales
todo el peso
sobre el grito
sobre las voces
internas grilletes
en las muñecas
para ser
lo que era

geológica
ésta fue
la helada
que cambió
la polaridad
de nuestras piedras
este frío de agujas
costureras blancas
que hilvanaron
los ojos de las ratas
que ataron
a una estaca
el vuelo voraz
del águila
y con sus tijeras
abrieron los escudos
de cuero
y entraron partículas
del sol

 

de Grisú, Ed. Trea

LAURA GIORDANI ( ARGENTINA ,1964)


El tizne en las mejillas,
el perfume a muerte temprana,
la noche cubriendo la orografía
cárdena de tu cuerpo
con todos los relieves del maltrato,
tu sombra menuda repartiéndose,
haciéndote
cada vez más inconsistente
en el asfalto y las nubes
a contramano, duelen.

El zócalo de almohada,
la bolsita de pegamento,
su nana mortal contra la boca.

Te van endureciendo las esquinas:
sus ángulos cada vez más agudos
decapitan candores, desdicen
las mieles y vas cayendo sin cese
sobre las crestas frías del alba.

Duele la indiferencia:
esa extensión de sien a sien
donde se evapora el llanto tan rápido. –




“Tenían como una lepra la infancia devorándoles el pecho”
Clarice Lispector


Tormentas de tierra
zulquis
escuerzos
las tazas que habían venido de Europa
descascaradas
las fotos de niños ya muertos
las paspaduras
el primer vello en el pubis
fruto que se volvía extraño
la infancia un carozo de durazno
trepanado por hormigas negras
papá silbando en el patio
mientras quema sus libros


todas las memorias amarilleando
bajo el cráneo

nostalgia: esta dulce podredumbre en la espalda esta pútrida dulcedumbre de las palabras que no mueren  del todo como esas hojas que antes de desaparecer agonizan juntas en parvas  exudando el fervor del verano y la savia


--


Dame esa palabra que haga brotar calostro de las piedras
mientras tanto no decir nada
seguir en penumbra
hasta que alguien me llore dentro y tenga que escribir
para darle consuelo


 de Materia oscura ,Ed. Baile del Sol, 2010

VÍKTOR GÓMEZ (España,1967)

No será por vocación de distancia
si la inquietud cava subterráneos
y las vallas no detienen el pulso
“Genealogía de las vallas, 1999” de Arturo Borra


  a Arturo Borra

Horadando, con las uñas.
Orando, con las uñas.
Ando, con las uñas.
O con las uñas
o sigo encerrado en la miseria.

Tarde supe por qué
los poetas no tienen
manos
sino uñas,
no tienen ojos,
sino uñas,
no tienen palabras
sino uñas
que escarban bajo las vallas
para que otros pasen
al otro lado de la miseria.


Divagación en agosto


Hemos negado la simpleza pero ¿qué es, al fin, la ceniza?.

Y si la ceniza pide su ahora, ¿para qué tanta espada y tanto
miedo, para qué tanta fuerza y tanto robo?.

Vuelva el corazón a la compasiva naturaleza de lo inútil.
Y resista el puño hasta abrirse,
hasta ser la palma donde coman los pájaros extraviados
de agosto.

---

Por la precisión
Supe que el tiro
Vino de dentro


de, Huérfanos aún ,Ed. Baile del Sol, 2010

domingo, 3 de octubre de 2010

RAQUEL JODOROWSKY (CHILE,1927)


LA ESCRITURA


Mudo,mudo,todo mi pasado
mudo
herencia sellada por toneladas de piedras.
Quedaron escritas las venas
del planeta
en un idioma de cortas
y de largas culebras.
Háblame tierra otra vez
quiero saber qué dicen
las inscripciones de tus huesos
las tabletas grabadas
con el calor del cosmos
que transmite el mensaje dormido
de las bibliotecas subterráneas
donde topos instruídos corren
entre cartas de famnilias
de América.
Aquí permanece
mi pasado enrollado
sobre sí mismo.
Sólo restan los signos
de verdades reveladas
con gramáticas de oro.
Sólo manos y pies tatuados
que muestran el transcurrir
del tiempo.
Todo oculto
en un cálculo de cóndores
al fondo d antiguos calendarios.
¿Quién escondió la llave
que abre el agua
suelta las voces
de la ciencia alcanzada
para cambiar el mundo?
No sé limpiar la oscuridad
del amuleto
que hace sonar
los himnos disecados.
A mi presente se le cayeron las orejas.
Usa anteojos.
No ve.Ni oye.Ni descubre.
Como si nunca hubieran existido
los que vinieron de otros astros
visitantes de cerebros completos
y corazones radiantes
cuyos pueblos fundados
se tragaron las rosas.
Todo se borró detrás de mis espaldas.
mudo,todo mi pasado mudo
labios sellados por toneladas
de piedra.
Así es el olvido
en que se pierde el hombre.

*****************************************



Me canso de pensar
sosteniendo la cabeza
en una mano
Fabulo en la memoria
y nada alcanza.

Todo está doblado como un labio
comido por los pájaros
¿Dónde está el lugar
en que has buscado?

**********************************************

Mira dónde se viene 
a morir los hombres
Mira donde suben a luchar
como nube oganizada
Vienen a abrirle un ojo
a la montaña
Ahí siembran sus vidas
entre palas y fusiles
viejos y jóvenes de corazas rojas
corazón de altura
Cuando la montaña de a luz
gritarán los enterrados
como un verde huracán
Es un pueblo que vuelve a nacer
en la leche profunda
de venas y raíces
Vuelven como semilla de trueno
transformando los pasos
cada paso,otra vez...

***************************************

Larva voluminosa es el tiempo
en la noche americana
Brazo largo es el pasado
Brazo corto
es el presente.

Una aguja de polvo mago
junta en uno
los dos tiempos.

Así que en espera
de la luz total
nos hemos sentado
en el trono de los reyes
en el altar de los santos
y en el banco de las cárceles.


de América en la Tierra,Ediciones  El oso y la pajarita , Lima, 1989

ALFONSO ESPINOSA ANDRADE ( ECUADOR,1974)



no es el verbo el origen de las cosas
somos algo que se mueve entre dos cosas

corredores de tablones carcomidos
que la luz denuncia

una mujer que pasa y al andar le crecen  alas
su andar deja en el aire un olor de plata calcinada

***************************************


¿cuántos soñaremos contigo
en qué formas?

¿cómo - neblina -
te vuelves caricia
tierra acariciada?

¿cómo - barro -
te dejas modelar?

¿cómo - fuego inmenso -
nos consumes?


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más allá del cristo transparente
nuestras almas se diluyen en la sal completa

las heridas de piel vienen de dentro
y hay un modo desolado del amor

otra mentira

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la celda en qué persigo tus aromas
no tiene luz ni trampas escondidas

nada hay que temer
nada


de Partes del desierto,Ediciones País Secreto,Ecuador,2002

lunes, 27 de septiembre de 2010

GIOVANNI PASCOLI (ITALIA , 1855-1912 )



NOCHE DOLOROSA


Se mueve el cielo tácito y lejano.

La tierra duerme,y no quiere despertarla.;
duermen las aguas,los montes,los brezales.
Pero no,que oye suspirar al mar
oye gemir las chozas negras:
hay dentro un niño que no puede dormir :
llora y las estrellas pasan lentamente.



NEVADA

Nieva:
el aire chisporrotea de blancura;
la tierra está blanca.Nieve sobre nieve.
Gimen los olmos con un largo bramido cansado:
cae blancura con caída tenue.

Y las ráfagas de viento soplan con estruendo,
y por las calles vaga la cellisca.
Pasan niños: un balbuceo de llanto.
pasa una madre: pasa una oración.



TORMENTA

Un murmullo lejano...
Se encoje el horizonte,
como incendiado,por el lado del mar.
Negro de pez,por el lado del monte.
Jirones de nubes claras.
En lo negro un caserío:
un ala de gaviota.



HUÉRFANO

Lenta,la nieve cae,cae,cae.
Oye:
un moisés se mece lentamente.
llora un niño,en la boca del dedo;canta
una vieja,la mano en la barbilla.
La vieja canta:"Alrededor de tu cuna
y azucenas,todo un jardín".
En el jardín el niño se adormece.
La nieve cae,lenta,lenta,lenta.

de 25 Poemas,Selección y traducción de Miguel D'Ors,Editorial Comares,Granada.

domingo, 26 de septiembre de 2010

JOSÉ GOROSTIZA (MÉXICO,1901-1973)

 
 
MUERTE SIN FIN
(fragmentos)

I
Lleno de mí, sitiado en mi epidermis
por un dios inasible que me ahoga,
mentido acaso
por su radiante atmósfera de luces
que oculta mi conciencia derramada,
mis alas rotas en esquirlas de aire,
mi torpe andar a tientas por el lodo;
lleno de mí -ahíto--me descubro
en la imagen atónita del agua,
que tan sólo es un tumbo inmarcesible,
un desplome de ángeles caídos
a la delicia intacta de su peso,
que nada tiene
sino la cara en blanco
hundida a medias, ya, como una risa agónica,
en las tenues holandas de la nube
y en los funestos cánticos del mar
--más resabio de sal o albor de cúmulo
que sola prisa de acosada espuma.

No obstante --oh paradoja-- constreñida
por el rigor del vaso que la aclara,
el agua toma forma.

En él se asienta, ahonda y edifica,
cumple una edad amarga de silencios
y un reposo gentil de muerte niña,
sonriente, que desflora
un más allá de pájaros
en desbandada.

En la red de cristal que la estrangula,
allí, como en el agua de un espejo,
se reconoce;
atada allí, gota a gota,
marchito el tropo de espuma en la garganta,
¡qué desnudez de agua tan intensa,
qué agua tan agua,
está en su orbe tornasol soñando,
cantando ya una sed de hielo justo!

¡Mas qué vaso -también-- más providente
éste que así se hinche
como una estrella en grano,
que así, en heroica promisión, se enciende
como un seno habitado por la dicha,
y rinda así, puntual,
una rotunda flor
de transparencia al agua,
un ojo proyectil que cobra alturas
y una ventana a gritos luminosos
sobre esa libertad enardecida
que se agobia de cándidas prisiones!

[...]


IV

¡Oh inteligencia, soledad en llamas,
que todo lo concibe sin crearlo!

Finge el calor del lodo,
su emoción de sustancia adolorida,
el iracundo amor que lo embellece
y lo encumbra más allá de las alas
a donde sólo el ritmo
de los luceros llora,
mas no le infunde el soplo que lo pone en pie
y permanece recreándose en sí misma,
única en Él, inmaculada, sola en Él,
reticencia indecible,
amoroso temor de la materia,
angélico egoísmo que se escapa
como un grito de júbilo sobre la muerte
--¡oh inteligencia, páramo de espejos!
helada emanación de rosas pétreas
en la cumbre de un tiempo paralítico;
pulso sellado;
como una red de arterias temblorosas,
hermético sistema de eslabones
que apenas se apresura o se retarda
según la intensidad de su deleite;
abstinencia angustiosa
que presume el dolor y no lo crea,
que escucha ya en la estepa de sus tímpanos
retumbar el gemido del lenguaje
y no lo emite;
que nada más absorbe las esencias
y se mantiene así, rencor sañudo,
una, exquisita, con su dios estéril,
sin alzar entre ambos
la sorda pesadumbre de la carne,
sin admitir en su unidad perfecta
el escarnio brutal de esa discordia
que nutren vida y muerte inconciliables,
siguiéndose una a otra
como el día y la noche,
una y otra acampadas en la célula
como en un tardo tiempo de crepúsculo,
ay, una nada más, estéril, agria,
con Él, conmigo, con nosotros tres;
como el vaso y el agua, sólo una
que reconcentra su silencio blanco
en la orilla letal de la palabra
y en la inminencia misma de la sangre.
¡Aleluya, aleluya!

domingo, 19 de septiembre de 2010

JIM SAGEL ( U.S.A , 1947-1998)


NUNCA TE VOY A DECIR


Nunca te voy a decir mi nombre de verdad
porque pudieras robarlo
echarlo en tu caja de plomo
arrastrarlo por el suelo
en la luz de la luna helada
y picarlo con agujas largas
de acero relumbroso

Por eso
nunca te voy a decir mi nombre
aunque piensas que ya lo sabes



ENTRÓ ABUELITO PASANDO COMO UN SOMBRA


Entró abuelito pasando como una sombra
y estos carajos ni nos presentaron

manos que hicieron estos adobes
espalda que se dobló
a levantar estas paredes
alma que colgó estas vigas arriba de nuestras cabezas
pasando ahora por su propia casa como una sombra
y su nieto y los amigos de él
estos profesores, poetas y artistas
pasando el vino y los bultos y los libros
que han creado del espíritu de este mismo anciano
que ignoraron como un peón en el castillo de los poderosos
sin ofrecerle la mano
sin darle tan siquiera las buenas noches de Dios

siguieron tomando estos santeros
contando sus chistes y platicando de  su santo arte
mientras que abuelito pasó como una sombra
andando con pasos lentos y tiesos
a su cuarto en la orilla de la casa
donde se quedó el resto de la noche
solito,sentado en su cama
encerrado adentro de un anillo invisible de pájaros
         callados

de On the Make Again/Otra Vez en la Movida,West End Press,Albuquerque,New Mexico,USA,1990